domingo, 19 de febrero de 2017

Concierto LA LATA DE ZINC (Oviedo)

LOS CINCO (+ 2) EN ASTURIAS


La primera mirada del domingo febrerino es muy elegante, sol por el norte y por el este. Nos sentamos ante la parsimonia dulce de las mañanas, y los cafés, zumos e infusiones que prepara Julio, sirven de reconfortante nutrición para llegar hasta LA LATA DE ZINC. Un bajo acondicionado como bar de conciertos que regentan varias chicas asamblearias y muy naturales. 

Esa fórmula de “Sesión vermouth” resulta muy válida, multifamiliar, también anónima, horario afortunado para salir de misa o de una casa recién lavada. Homologamos un repertorio para la ocasión, aliviando el peso censurable, y resultó de lo más entretenido. Mientras los padres sacaban sus botellas de sidra al patio, y las parejas se endulzaban con cervezas, todos ajenos a nuestros estribillos (luego descubrimos que algo de atención había prestado). Y dejamos el turno a un par de Djs mods, Dj Pupila y el Mod astur, simpáticos, que apretaron al personal con la Motown y el beat más legendario. 

LA FURGONETA BLANCA en dirección contraria, 48 horas después, decidió hacer el avituallamiento en Solares, Cantabria, a medio camino, unas baguettes calientes y unas cervezas. Los 5 +1 (ya sin el perro guardián, J) fueron cayendo de la FB  en la provincia  Gipuzkoa: Kami -que además de coordinar la sonoridad, se había sobrado en el bajo, las guitarras y voces-, Emilio -uno más, técnicamente sobresaliente-, yo mismo que hice lo que pude, y regresaban al local Enrike - marronazo de conducción, inconmensurable noctívago que cumplió como el que más, guitarras, voces, y plus-, Fernan -sus teclas fueron el referente de PKE, nada que objetar-, y Oscar -el mecánico de las percusiones, sin las que no hubiéramos podido ponernos orgullosos sobre los escenarios-. La conquista asturiana no hizo sino aventuras, misterios y aunque no encontró barcos hundidos ni castillos, dejó que los 5, los 6 o los 7, sigamos degustando un buen sabor de boca.

Para qué engañarnos!!!!...la sidra asturiana es adictiva.

(J.L.)













sábado, 18 de febrero de 2017

Concierto GONG (Oviedo)

LOS CINCO (+ 2) EN ASTURIAS


La mudanza del material la hacemos al mediodía, en un precioso dia gris. Cuando aterrizamos en Oviedo, la Catedral ya está cerrada, osea que elegimos una sidrería y tomamos unos culines. 

uego nos espera otra larga mesa llena de fabes, morcillas, chorizos, tocinos y salpicones grasientos que debería hacer paisano a un turista. Se celebra el dia de San Flaviano -que bien pudo guerrear junto a Viriato por estas geografías-, y con las sidras emoticonadas por el sommelier, ensamblamos una tertulia de bostezos y resacas, el preferente huso horario para encamarse en el hotel de Julio, el Carbayón. Quizás no tenga el museo clasicista de Don Pedro (hotel de Avilés), pero resulta limpio y acogedor. Todo el territorio siesta queda en los interrogantes, como cuándo los 5 ingleses perdían a su perro y éste aparecía con un calcetín rosa. 

El anochecer nos llevó hasta Gong, un rehabilitado after que se enfrentaba al personal con programaciones de flamenco. Quizás fue porque si, como canta Enrike -que lo hizo excepcionalmente al amparo de su banda más unplugged-, pero la hora no nos otorgó espectadores, y lo hicimos, dignamente, ante un par de brillantes bohemios del periodismo y de la publicidad, que no dejaron de pasearse por el escenario para inmortalizarse junto a la banda. Y ante Sergio, decano de garitos musicales, un tipo interesante.

Experiencia , la de actuar ante las minorías de las minorías, que resulta recalcitrante, cuando la certificas a kilómetros de casa. Despues, Oviedo (y su barrioviejo) era una madrugada blindada de jóvenes, alcohol, drogas y disfunciones. Solo faltaba el rockanroll que se había evaporado en el siglo pasado.

(J.L.)








viernes, 17 de febrero de 2017

Conciernto DON FLORO (Avilés)

LOS CINCO (+ 2) EN ASTURIAS


Como los coleccionables vintages nos recuerdan aquellas lecturas de medianoche que devoramos en la cama con la bombilla del hermano mayor. Cuando los 5 eran los protagonistas de nuestras vigilias entre el EGB y el campo de fútbol, aquellos malditos ingleses se colaban en leves suspenses de misterios y aventuras. A nosotros, que no somos ingleses -aunque Kami nos lo haga parecer , en ocasiones- empezaron a brillarnos las ojeras el viernes al mediodia ,tambien mediodía de febrero,  cuando la FURGONETA BLANCA tornó la dirección oeste y cruzamos nuestro cantábrico y el otro, y el de más allá; hasta aparcar en Avilés, bajo una leve lluvia  que volvía más ensoñador éste pueblo asturiano.

Regado de arquitectura clásica demasiado bien conservada por las calderillas de la corrupción, hacemos la descarga en uno de sus rincones pintorescos , DON FLORO, un lugar de maderas y carteles que remiten a los años 80 del siglo pasado. Habian pasado por el local interesantes nombres propios del pop-rock estatal.

Como los 5 (que éramos siete,Emilio y ese nuestro J)) buscamos el monte y los cachopos, filete label de Asturias, un rebozado de carne en el que introduces quesos y embutidos, LTC, lo que se te ocurra….., un olimpo gastronómico, LA CACHOPERÍA, donde solo se respiraba aire divertido e iluminaban las estrellas  que íbamos a destilar minutos después  ante aquellos desconocidos que aplaudieron y reconstruyeron nuestra aventura.

Hicimos el repertorio -menos una-, y la sensación general fue de notable alto, y la mejor síntesis la aportó el regente “no me gusta lo que haceis, pero habéis sonado mejor que nadie”.

Gracias Jorge, nosotros también estuvimos agusto.Y tenemos nuestras preferencias. Dejamos el instrumental arrinconado para recogerlo al día siguiente, y la madrugada escogió a los chicos que se la merecían. 

(J.L.)